Lamia
Lamia
Lamia era un ser que podía transformarse a voluntad, y cuya forma preferida era la de un fantasma que devoraba a los niños. Fue amante de Zeus, y Hera se vengó de ella matando a los hijos que tuvo con Zeus. Lamia, a su vez, se vengó transformándose en un monstruo que se comía a los recién nacidos. Hera le quitó el sueño como castigo, pero Zeus, para paliar su dolor, le otorgó la habilidad de ponerse y quitarse los ojos a voluntad.